«50 años no es nada»
Víctor Manuel: «De las 500 canciones que he compuesto, un diez por ciento están bien»
Cinco décadas componiendo y más de 500 canciones escritas son toda una vida en la que Víctor Manuel ha tenido "grandes éxitos y grandes fracasos", tras los que todavía le quedan canciones en el tintero porque "el impulso de crear no se pierde nunca", ha explicado hoy a Efe en una entrevista.
Cinco décadas componiendo y más de 500 canciones escritas son toda una vida en la que Víctor Manuel ha tenido "grandes éxitos y grandes fracasos", tras los que todavía le quedan canciones en el tintero porque "el impulso de crear no se pierde nunca", ha explicado hoy a Efe en una entrevista.
Víctor Manuel
© EFE
EFE - Para conmemorar el medio siglo que ha transcurrido desde que empezó a componer recién llegado a Madrid desde Asturias para estudiar canto y solfeo, Víctor Manuel celebrará el próximo 12 de septiembre en Oviedo el concierto Cincuenta años no es nada.
En esa cita estará acompañado de amigos como Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Miguel Ríos, Miguel Bosé o Jorge Drexler, entre otros, y por supuesto, por su mujer, Ana Belén.
Estos grandes de la música española interpretarán en el concierto, que será grabado en un disco, éxitos de la larga carrera del autor de Sólo pienso en ti, una experiencia que Víctor Manuel espera que sea parecida a la vivida en 1994 cuando grabaron con algunos de estos cantantes y otros como el desaparecido Antonio Flores el disco Mucho más que dos.
"Espero que sea parecido; han pasado 20 años y ninguno ya somos igual, pero espero que a todos nos mueva la misma ilusión. Me gusta mucho estas cosas, participar, me gusta llamar a los amigos y que vengan, porque cuando me llaman siempre voy", ha indicado.
De sus inicios recuerda: "Era todo tan precario y yo sabía tan pocas cosas de la vida y de la música... En ese proceso vas escribiendo canciones al principio horrorosas, luego ves que van mejorando un poquito, casi sin que tú te des cuenta y llega un momento en que realmente encuentras en lo que te sientes cómodo, empiezas a cantar y a componer con convicción".
Pero a pesar de la precariedad, Víctor Manuel considera que los momentos actuales son para la música mucho peores ahora que hace cincuenta años, ya que entonces había expectativa: "Ahora lo que hay es un agujero negro del que no se sabe la profundidad. Antes también había mucha gente que no podía vivir de la música, pero no estaban tan capacitados como ahora".
Los 50 años que celebra en la música no fueron todos de éxitos ya que hubo mucho aprendizaje, un proceso que quiere contar "para que la gente sepa que no se nace aprendido y que no todo es ir a 'La Voz' o a un programa de televisión y ponerte ya en el firmamento".
Y es que, dice: "Ha cambiado todo tanto... Yo inventé el vinilo y he desmaterializado el CD".
No obstante, explica que le quedan muchas canciones en el tintero a pesar de que cada vez "da más pereza porque el mercado se ha complicado mucho y sacar un disco ahora es como tirar una botella al mar para ver si la coge alguien. Pero uno está inventando y escribiendo canciones todo el tiempo, aunque después no se editen. El impulso de crear no se pierde nunca".
Niega tener canciones "fetiche" aunque reconoce que hay algunas que no ha dejado de cantar desde que las escribió y considera que, de las 500 que ha compuesto, "un diez por ciento están bien".
En los primeros años se recuerda como "un pardillo" que no se dio cuenta de la repercusión que tuvieron sus canciones El Cobarde y El Tren de Madera por las que le acusaron de antimilitarista.
En su primer disco "no había ningún trasfondo político en las canciones que escribía, incluso en alguna que prohibieron como Planta 14. No estaba politizado, empecé a politizarme a partir de los años setenta".
Víctor Manuel asegura que ha estado "en cada momento muy pegado a lo que vivía; si en los años setenta los primeros éxitos te hacen volverte loco y creerte que eres el rey del pollo frito, luego, al siguiente éxito, te pilla mucho más tranquilo", recuerda.
Y hubo un momento, explica, cuando Ana Belén y él tuvieron a su primer hijo, que pensó que se estaba perdiendo algo, y se dedicó más a su familia que a la política: un repliegue, dice, del que surgieron canciones como Soy un corazón tendido al sol.
Tras componer "grandes éxitos y grandes fracasos", Víctor Manuel considera que "lo importante es hacer la travesía del desierto cuando no tienes éxito, no doblegarte y seguir haciendo lo que quieres hacer".
Aunque este asturiano cree que, en la actualidad, "hay como una mano que maneja los hilos y que precariza el trabajo. Una encuesta de estos días dice que los chavales están dispuestos a trabajar en lo que sea a cualquier precio. Eso es la precariedad, eso es la mierda de país en la que nos estamos convirtiendo".
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