Gira americana
Pedro Guerra sella su complicidad con el público boliviano
La complicidad que tiene Pedro Guerra con La Paz quedó sellada la noche del sábado cuando compartió escenario con cuatro artistas bolivianos — El dúo Negro y blanco, La Imilla y Vero Pérez — para interpretar tres canciones de su último disco basado en un libro de sonetos de Joaquín Sabina.
La complicidad que tiene Pedro Guerra con La Paz quedó sellada la noche del sábado cuando compartió escenario con cuatro artistas bolivianos — El dúo Negro y blanco, La Imilla y Vero Pérez — para interpretar tres canciones de su último disco basado en un libro de sonetos de Joaquín Sabina.
De izquierda a derecha: Mario Ramírez de Negro y Blanco, La Imilla, Pedro Guerra, Vero Pérez y Christian Benítez de Negro y Blanco.
ANF | Redacción - Pedro Guerra, que está de gira por Latinoamérica, se presentó en un salón de la Feria Exposición Chuquiago Marka, donde fue aclamado y coreado por un público que siempre lo espera y siempre lo aplaude.
Guerra presentó los discos Arde Estocolmo y 14 de ciento volando de 14, pero no dejó de cantar sus éxitos más conocidos, que emocionaron a sus seguidores, como Contamíname o Cinco mil años, que la interpretó dedicada a su compañera de vida, María Cabrerizo. El segundo disco es la musicalización de 14 de los 100 sonetos que Sabina escribió a lo largo de su vida y que inmortalizó en un libro.
Es la tercera ocasión que Guerra se presenta en La Paz y, esta vez compartió escenario con cuatro artistas bolivianos en tres de esos sonetos-canciones. El dúo Negro y Blanco, la hip hopera La Imilla y la voz de Vero Pérez cosecharon los aplausos del público en sus presentaciones.
La Imilla, no sólo cantó Que no llevan a Roma acompañando a Guerra, sino que compuso la parte de la canción del hip hop con un mensaje ecologista, en el que habló de la minería en el Illimani y en el Salar porque "todo está vendido a la empresa china". Guerra dijo que la presentación fue un lujo porque esa canción, así como se la escuchó, solo fue compuesta para el concierto.
Por su parte el dúo Negro y Blanco ayudó con una interpretación intensa de Bajo los puentes y la voz de Vero Pérez acompañó al cantautor canario en Matar las tardes.
En el disco original, Guerra interpreta estas canciones con Joaquín Sabina, Silvio Rodríguez, Víctor Manuel, Ana Belén, Jorge Drexler, Sílvia Pérez, Pablo Milanés, Julieta Venegas, Luis Eduardo Aute, Joan Manuel SerratMiguel Ríos, entre otros.
Guerra permaneció más de dos horas en el escenario, aunque no faltaron sus alusiones a la altura de La Paz.
El concierto estuvo sazonado por las historias que inspiraron sus canciones o su relación con Sabina, a quien según dijo, entre broma y broma, que le tuvo que hacer un disco para poder acercarse con más confianza.
Antes de interpretar Sin puntos ni comas contó que tras la grabación con Jorge Drexler, éste le preguntó de qué va el soneto. Como ninguno entendía el sentido global del poema, salvo algunas frases sueltas, decidieron preguntárselo al mismo Sabina.
El cantante les respondió que el tema del soneto era el sectarismo. "Si hasta entonces entendíamos algo, ahora sí que ya nada", dijo arrancando una sonora carcajada del público. Lo que Guerra quiso decir es que a la poesía no es preciso entenderla, sólo hay que sentirla.
Y eso hizo el público paceño la noche de este sábado, sentir cada una de las interpretaciones de Guerra, las que retribuyó con largos y sostenidos aplausos.
El cantautor tuvo que volver tres veces al escenario para complacer a sus seguidores.
Pedro Guerra había actuado previamente el martes en Bogotá (Colombia) y el jueves en Lima (Perú).
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.
La exposición Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño, que podrá verse en el Disseny Hub Barcelona del 2 de julio al 16 de noviembre de 2025, recupera a través de 250 piezas —incluyendo las portadas de discos de la Nueva Canción Chilena— el papel fundamental del diseño gráfico e industrial en el proyecto de transformación social impulsado por Salvador Allende.
El 22 de julio, más de una docena de artistas se reunirán en Barcelona para rendir tributo a Dioptria, la obra más emblemática de Pau Riba y una de las más referenciales para la Nova Canço. Con la implicación de sus hijos; De Mortimers, la banda que lo acompaño los últimos 20; y nombres como Maria del Mar Bonet, Roger Mas, Pascal Comelade, Oriol Tramvia o Rita Payés; el concierto se plantea como una celebración única de su legado.
El periodista e investigador cubano Humberto Manduley presenta La memoria girando en la luz: Santiago Feliú en mis recuerdos, un libro que rescata la figura del trovador cubano desde la memoria personal, recorriendo su obra, sus influencias y su lugar en la canción de autor contemporánea.
Camila Guevara, joven artista cubana de 24 años nieta de Pablo Milanés y del Che Guevara, ha iniciado su carrera musical con el disco Dame flores, tras un año marcado por la pérdida de su madre, su abuelo y su padre, Camilo Guevara. A pesar del dolor, su voz y su música la han sostenido, componiendo desde emociones intensas y personales.