Novedad discográfica
Ana Prada: «Muchas canciones crecen en las versiones de otros intérpretes»
La cantautora uruguaya es el eje de MundosMusic se viste de Prada, un proyecto musical en el que Angie Cadenas, Timna, Marina Wil y Adriana Ospina interpretan sus temas.
La cantautora uruguaya es el eje de MundosMusic se viste de Prada, un proyecto musical en el que Angie Cadenas, Timna, Marina Wil y Adriana Ospina interpretan sus temas.
Portada del disco «MundosMusic se viste de Prada» de Angie Cadenas, Timna, Marina Wil y Adriana Ospina.
Télam | Hernani Natale - En lo que a modo de gracia definió como un temprano "homenaje en vida", la cantautora uruguaya Ana Prada aparece como la gran protagonista de un proyecto musical en el que cuatro jóvenes artistas, de distintos estilos y procedencias, como lo son Angie Cadenas, Timna, Marina Wil y Adriana Ospina, abordaron canciones suyas de los fundamentales discos Soy sola, de 2006, y Soy pecadora, de 2009.
Se trata de MundosMusic se viste de Prada, un trabajo disponible en plataformas digitales, editado por el sello neoyorquino MundosMusic, perteneciente al argentino Gustavo Sulansky, quien reunió a cuatro de sus más destacadas cantautoras y les ofreció versionar algunos títulos de la artista uruguaya.
"'Esta especie de homenaje en vida me da un poco de miedo', le decía a Gustavo en chiste, pero es un honor para mí que nuevas generaciones canten estas canciones. Es extraordinario", confió a Télam Ana Prada, al recordar el momento en que tuvo noticias del proyecto.
Tal como ya lo había experimentado en diversas ocasiones previas, la artista consideró que "muchas canciones crecen en las versiones de otros intérpretes" en el caso particular de este trabajo, que es lanzado junto a una serie de videos en YouTube en el que cada intérprete aborda su canción y luego le realiza una pregunta a la autora, quien recrea el momento de su creación.
De esa manera se suceden las versiones de Amargo de caña y Soy pecadora, en la voz de Angie Cadenas; La maleta y Brillantina de agua, por Mariana Ospina; Tu vestido y Adiós, por Timna; y Tierra adentro y Tentempié, por Marina Wil.
"Yo estuve en ambos lados del mostrador. Hice canciones de El Príncipe, Fernando Cabrera o Samantha Navarro, entre otros; y compuse cosas que grabaron otras intérpretes. Me ha pasado con artistas emergentes, como ahora, y me han versionado grandes cantoras, como Liliana Herrero y Teresa Parodi. Por ejemplo, Liliana Herrero sacó Tierra adentro, antes que yo, en Litoral, un disco en el que me mezclo con otros grandes autores", recordó.
Surgido luego de que la pandemia de coronavirus frustrara los proyectos iniciales para este 2020 de trabajar en Estados Unidos, junto con el sello MundosMusic, al que llegó a través del músico tucumano Manu Sija; Ana Prada encontró una especie de resarcimiento espiritual al encontrarse en el centro de un proyecto que reúne a una nueva generación de artistas.
¿Encontró algo suyo en cada una de estas interpretaciones?
Una artista es de Barcelona, otra de Buenos Aires, otra chilena y otra tucumana, radicada en Nueva York. Hay improntas de cada uno de esos lugares, así que cada versión tiene su almita propia. Lo que me sorprendió es que fueron versiones, no covers. Cada una se apropió de la letra, de la canción, e hizo una interpretación que no buscó ser la mía, sino todo lo contrario. Por ejemplo, uno de los temas que hace Adriana Ospina, yo lo grabé con cello y un montón de instrumentos y ella lo hizo con un ukelele. Hay un montón de situaciones de este tipo en la que cada una se apropió de la canción.
¿Hizo nuevas lecturas de sus propias canciones a partir de estas versiones?
El lenguaje sonoro que le imprimió cada una hace que se resignifiquen. Angie Cadenas tiene un estilo más pop, descontracturado y creo que la llevó a un lugar recontradistinto. A Soy pecadora la puso en lugar de clásico. Timna eligió Adiós porque justo estaba viniendo de Nueva York a radicarse a su Tucumán natal. Necesitaba cantar esa canción y se siente esa emoción. Así pasó con todas, por algo eligieron esas canciones y no otras; porque, de alguna manera, se sintieron más afines a decir eso y no otra cosa.
A partir de las propuestas líricas de su trilogía Soy —que completa Soy otra, de 2013—, ¿se siente parte de un grupo de artistas que, con su trabajo, ayudó a dejar atrás algunos viejos tabúes y mandatos sociales, culturales y familiares?
Que alguien me tome como referente es una sorpresa para mí y una responsabilidad. Fui mucho tiempo intérprete y empecé a componer de más grande, como un ejercicio, y fue una sorpresa lo que pasó. No era muy consciente de lo que ocurría con los primeros discos. Pero con el tiempo, tal vez se me acercaba alguna chica y me decía que no se animaba a contarle algo a sus padres y que les puso Soy pecadora y la ayudó. Cosas así. En su momento fue muy rupturista hablar de diversidad. Hoy avanzamos mucho en la agenda de derechos y en el inconsciente colectivo de como vemos las cosas. Pero en Soy me interesó cuestionar esos mandatos.
Luego de comprobar su impacto en jóvenes artistas a partir de MundosMusic se viste de Prada, ¿se considera una referente para cantautoras de nuevas generaciones?
Ojalá que lo sea, pero sería muy arrogante de mi parte decirlo. En algún lado, quiero creer que he colaborado, pero me queda medio grande. Creo que hay artistas que son más directas o incisivas que yo, en estilos musicales como el trap o el rap. Lo mío es más disfrazado, porque el formato canción es más poético generalmente, pero me gustaría formar parte de ese corpus que ha abierto las puertas a las mujeres para que digan lo que antes estaban obligadas a callar.
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