50 Festival de Cosquín
Jairo y Salzano conmovieron en la undécima luna
El cantante Jairo junto al poeta, escritor y periodista Daniel Salzano protagonizaron un recital impecable, lleno de climas y sentimiento en la undécima noche en el cincuentenario del Festival Mayor de Folclore de Cosquín que contó con una Plaza completa con cerca de 12 mil espectadores.
El cantante Jairo junto al poeta, escritor y periodista Daniel Salzano protagonizaron un recital impecable, lleno de climas y sentimiento en la undécima noche en el cincuentenario del Festival Mayor de Folclore de Cosquín que contó con una Plaza completa con cerca de 12 mil espectadores.
Télam/Luis Digiano - Jairo y Salzano conformaron desde hace ya bastante tiempo una dupla de música y letra respectivamente, en la faz compositora, donde la palabra en su más amplia expresión es la protagonista, pero sin descuidar el buen gusto musical.
Y eso fue precisamente lo que brindaron ambos sobre el escenario "Atahualpa Yupanqui", en una conjunción de las canciones primero en la voz inconfundible de Jairo y el relato en la poesía de Salzano, donde el concepto fue lo principal y los climas que se vivieron dejó a la plaza en un cerrado aplauso en cada intervención.
Jairo repasó buena parte de los temas nuevos de su disco "Los enamorados" como en el caso de "Me encanta esta hora del día", "Lucia se va", "Venime a buscar", "Los enamorados" y "Carpintería José", a los que le agregó clásicos de su repertorio del estilo de "Volver a vivir", "Milagro en el bar Unión", "El ferroviario", "Revolver", "Santa Argentina", matizados por el decir especial y contundente de Salzano.
Otro momento emocionante de la velada se vivió con la llegada al escenario de los uruguayos Olimareños (Braulio López y Pepe Guerra), quienes desplegaron toda su artillería del canto comprometido de los ’70 y ’80, cautivando al público y despertando admiración en el decir, bajo el llanto de la serranía.
"La sencillita", "Nuestro camino", "Isla patrulla", "Quiero a la sombra de una ala", "El dinero", "Simón Bolívar" y en el final, dos de sus clásicos más reconocidos como "Angelitos negros" y "El orejano".
Previamente había sido la cantante venezolana Cecilia Todd, quien entonó su repertorio ante una intensa lluvia que cubrió el valle de Punilla (muy esperada), pero fue tomada como una bendición y la gente se quedó estoicamente a escuchar a los artistas.
Todd, entonó composiciones que la vienen acompañando en estos casi 40 años de carrera del estilo de "Pajarillo verde", "Polo Margariteño" y "El venao".
Mientras que por su parte los jóvenes cantores salteños Canto 4, volvieron a demostrar ante el público, la comisión municipal y los periodistas, el porqué desde hace 3 años vienen pugnando por la ansiada consagración de Cosquín.
De esa manera cantaron temas propios como "Aunque no quiera yo" y "Hasta la salida del sol", mixturados con sapiencia y buen gusto con los "himnos" del cancionero popular, "Piedra y camino" de Yupanqui, "La pura verdad" y el final con "Recuerdos salteños" de Thames y Burgos, logrando el aplauso cerrado de la plaza y los coloca nuevamente con la amplia posibilidad de ser consagrados.
El regreso a escena de los históricos Trovadores hizo aparecer algunas emotivas lágrimas y dicho hecho ceremonial doblegó al paso del tiempo que se notó en lo musical del grupo vocal, pero siguen siendo los inolvidables "Trova".
Carlos Pino, Chiquito Catramboni, Quito Figueroa y Pancho Romero volvieron a entonar como en su momento, aquellos inolvidables piezas de los ’60 y ’70 del estilo de la "Zamba del grillo", "Puente Pexoa" —una de sus máximas creaciones—, "El Paraná en una zamba" y la "Canción con todos" como final emblemático.
Facundo Saravia trajo lo suyo en materia solista con zambas y chacareras para el buen gusto como "Ni falta le hace", "Luna cautiva" y "Si de cantar se trata" y la ex integrante del grupo vocal cordobés De Boca en Boca, Viviana Pozzebon, le puso el toque diferente a la noche al mezclar el canto, la música y la electrónica en un mismo proyecto.
Otro toque de distinción de la velada festivalera fue el regreso a Cosquín del trío Vitale-Baraj-González, quienes con su personal estilo, revivieron aquella primera vez de 1986 cuando llegaron al festival mayor de folclore con una propuesta más elaborada.
Por eso es que recordaron "Cuerda del reloj", "Taquito militar", "Diablo vital" y en las composiciones ""Merceditas" y "Km. 11" fueron acompañados por el guitarrista "Negro" Ferreyra, surgido del programa televisivo Talento argentino, que le dio un diferente toque de pirotecnia con su guitarra, innecesaria para la propuesta exquisita y ritual del trío.
Con una persistente llovizna también pasaron por la noche, el dúo cuyano Cacace-Aleaga, Las Rositas trío de tango, el uruguayo Miguel Duré y su tributo al recordado Alfredo Zitarrosa, Las Rositas Trío, Sonia Amaya y la agrupación Pachamama junto a los venezolanos Leonard Jacome (arpa) y sus Cuerdas Bajo Presión.
A pesar del mal tiempo reinante en la noche (lluvia y viento), Zamba Quipildor, junto a César Isella, Facundo Ramírez, Jaime Torres y el Coro Sadaic de Río Cuarto, Córdoba, protagonizaron la mundialmente reconocida "Misa Criolla" (fragmento), condimentada con algunos clásicos de la música nativa del estilo de "El seclanteño".
El cantautor asturiano Víctor Manuel inaugura etapa con Altafonte y presenta un álbum producido por David San José, formado por composiciones que abordan el amor, la esperanza y la identidad personal en un tiempo marcado por la incertidumbre.
Canción de luz. Homenaje a Ángel Quintero, producido por los Estudios Ojalá y licenciado por Bis Music, reúne once composiciones del repertorio del trovador fallecido en abril de 2024, interpretadas por destacadas voces de la música cubana como Silvio Rodríguez, Miriam Ramos, Frank Delgado o Eduardo Sosa.
La cantante italiana Ornella Vanoni, conocida por clásicos como Senza fine, deja una trayectoria de más de siete décadas marcada por la versatilidad, la presencia escénica y su papel como una de las grandes damas de la canción italiana.
El artista brasileño Djavan presenta 12 canciones autorales —11 de ellas inéditas— en Improviso un álbum construido en torno al movimiento espontáneo, producido y arreglado por él mismo y disponible también en edición Dolby Atmos y vinilo.