50 Festival de Cosquín
El Cosquín del cincuentenario cumplió con su misión
El balance del cincuentenario del Festival Mayor de Folclore de Cosquín fue más que positivo, no sólo en la parte artística sino también por el público presente en las 12 noches, varias de las cuales completó las 12.000 localidades de la Plaza Próspero Molina y la desbordó en el cierre realizado anoche.
El balance del cincuentenario del Festival Mayor de Folclore de Cosquín fue más que positivo, no sólo en la parte artística sino también por el público presente en las 12 noches, varias de las cuales completó las 12.000 localidades de la Plaza Próspero Molina y la desbordó en el cierre realizado anoche.
Télam/Luis Digiano - En materia de shows se puede considerar que el protagonizado por Jairo junto al poeta Daniel Salzano, con quien desde hace años comparte la composición, tuvo un alto nivel al mostrar la hermosa confluencia entre el cantor y el recitador.
Otras presentaciones que produjeron la aprobación de los presentes, por el contenido fue el homenaje que le brindaron a la recordada "Negra" Mercedes Sosa, sus amigos Víctor Heredia, León Gieco, Peteco Carabajal y Teresa Parodi, quienes, a su vez, realizaron una presentación exitosa como solistas.
Las consagraciones estuvieron bien repartidas en el desembarco de Guitarreros, la perseverancia de Canto 4 y el virtuosismo del armonicista Franco Luciani, quien no solo actuó con su grupo, sino que participó con el Proyecto Sanluca, en el Homenaje a Hugo Díaz y junto al guitarrista Luis Salinas.
La chacarera santiagueña no pudo estar mejor representada con el canto de Los Carabajal, Raly Barrionuevo, el nuevo proyecto Carabajales (Peteco, Mario, Kaly, Cuti y Roberto Carabajal), los violines sacheros de Leandro Lovato, Néstor Garnica y el Dúo Coplanacu.
La música del litoral estuvo de parabienes con lo tradicional de la "Novia del Paraná", Ramona Galarza, lo diferente y de alto vuelo en los acordeones de Raúl Barboza y el Chango Spasiuk y el toque personal de Los Alonsitos.
El canto sureño estuvo bien representado en las voces y la guitarra de Argentino Luna, Lucia Ceresani y Omar Moreno Palacios. Y en las noches de los silencios, Juan Falú se ganó el respeto, al igual que Jorge Fandermole, Pablo Achával, Rafael Amor, Luna Monti-Juan Quintero, Fulanas Trío y Orozco-Barrientos, propuestas que nada tienen que ver con el supuesto espíritu festivalero.
Los Tekis se trajeron como es habitual en ellos el colorido y el despliegue del carnaval jujeño y mantuvieron su nivel artistas como Los Huayra, Paola Bernal, Facundo Toro, Daniel Argañaraz, Paola Arias, Marité Berbel, Los Guaraníes, Rubén Patagonia, Pancho Cabral y Luciano Pereyra, la vigencia de Opus 4 y los regresos a Cosquín de César Isella, Yamila Cafrune y Facundo Saravia.
En la parte internacional, interesantes y aplaudidas presentaciones de la brasileña Gal Costa con un show de nivel internacional, los chilenos de Illapu, los bolivianos Kjarkas, la venezolana Cecilia Todd y el canto contestatario de los uruguayos Olimareños.
Mientras que la gran decepción fue la actuación de Pablo Milanes, quien se retiró del escenario aquejado por problemas bronquiales y fiebre, aunque cuando cantó "El breve espacio en que no estas", hizo recordar al mejor trovador de otros tiempos.
Párrafo aparte para los convocantes Jorge Rojas con un atractivo show basado en su disco "Mi voz y mi sangre", Los Nocheros y el Chaqueño Palavecino, en las noches de mayor convocatoria y aplauso en la exigente plaza Próspero Molina.
Como no había pasado en anteriores ediciones, este Cosquín otorgó fundamental importancia a los ballets, destacándose por sobre los demás los cuadros del Ballet Brandsen dirigido por Mabel Pimentel y Oscar Murillo, aunque no se quedaron atrás el Camín Cosquín, Ballet Salta de Marina y Hugo Jiménez, y el Ballet Folclórico Nacional.
Por su parte, el cuentista chaqueño Luis Landriscina demostró una vez más el inoxidable impacto de sus narraciones simples y contundentes.
Juan Carlos Baglietto le dio su toque de distinción a la puesta en escena y luces, pero el sonido tuvo altibajos y hubo grillas interminables con 25 artistas por velada y con grupos y solistas que subieron a tocar pasadas las 5 de la madrugada.
También en el debe se contó el poco espacio que se le dio a una gloria viviente del folclore argentino como Vitillo Abalos, con 88 años de edad, y las delegaciones de provincia que salvo las de Salta, Córdoba y Chaco, pasaron sin pena ni gloria.
Lo peor resultó la actuación, como invitado del trío Vitale-Baraj-González, del Negro Ferreyra, surgido del "reality" televisivo "Talento argentino", quien debería entender que no hace falta la pirotecnia artística para tocar bien la guitarra.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.
La exposición Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño, que podrá verse en el Disseny Hub Barcelona del 2 de julio al 16 de noviembre de 2025, recupera a través de 250 piezas —incluyendo las portadas de discos de la Nueva Canción Chilena— el papel fundamental del diseño gráfico e industrial en el proyecto de transformación social impulsado por Salvador Allende.
El 22 de julio, más de una docena de artistas se reunirán en Barcelona para rendir tributo a Dioptria, la obra más emblemática de Pau Riba y una de las más referenciales para la Nova Canço. Con la implicación de sus hijos; De Mortimers, la banda que lo acompaño los últimos 20; y nombres como Maria del Mar Bonet, Roger Mas, Pascal Comelade, Oriol Tramvia o Rita Payés; el concierto se plantea como una celebración única de su legado.
El periodista e investigador cubano Humberto Manduley presenta La memoria girando en la luz: Santiago Feliú en mis recuerdos, un libro que rescata la figura del trovador cubano desde la memoria personal, recorriendo su obra, sus influencias y su lugar en la canción de autor contemporánea.
Camila Guevara, joven artista cubana de 24 años nieta de Pablo Milanés y del Che Guevara, ha iniciado su carrera musical con el disco Dame flores, tras un año marcado por la pérdida de su madre, su abuelo y su padre, Camilo Guevara. A pesar del dolor, su voz y su música la han sostenido, componiendo desde emociones intensas y personales.