Miguel Poveda en concierto
Miguel Poveda: Todo lo que soy
El cantaor estrena en escenarios catalanes su nueva propuesta que muestra esencialmente su personalidad como artista.
El cantaor estrena en escenarios catalanes su nueva propuesta que muestra esencialmente su personalidad como artista.
Miguel Poveda
© Maxi del Campo
Tarragona. Palau Firal i de Congressos - Auditori August. 27 de mayo de 2011.
Músicos: Miguel Poveda (voz), Joan Albert Amargós (piano), Juan Gómez “Chicuelo” (guitarra), Isaac Vigueras (percusión), Carlos Grilo y Luis Cantarote (palmas).
Repertorio: Cantiñas, Malagueñas, Soleá apolá (uniendo a Antonio Mairena y a Pepe Marchena), Seguiriyas, Tangos de Triana, Bulerías, Nana del niño gitano (instrumental J.A. Amargós al piano), Coplas del querer, Vente tú conmigo, Ojos verdes, Rocío, Cançó del bes sense port, A ciegas, Como las piedras, Clemencia-Tributo a Morente-La aurora de Nueva York, La leyenda del tiempo. Bises: Almendro y gloria (Malvaloca)-Esos 4 capotes-Alfileres de colores, El cant dels ocells, No volveré a ser joven.
Con ángel, como acostumbra en vivo ante su público, sin desmayo, con la entrega de todas sus energías hasta el no va más, “canto más que Raphael” llegó a decir Poveda ya finalizando la noche tras dos horas y media de concierto y ante la insistencia de la platea de aplazar el final sine die.
En el Auditori August, en un magnífico teatro enclavado en las entrañas de la vieja e imperial Tarraco romana cantó Miguel Poveda en esta noche de mayo maduro y algo gris, ocres paredes de imponente presencia recortaron el eco de una voz que seduce, que no deja indiferente, que se expresa sin medias tintas, sin compromisos, desde su gira con Desglaç no había cantado en la ciudad, sin duda volvía crecido como artista.
"Miguel Poveda en concierto" se estrenó hace algunas semanas en Torrevieja (Alicante) y en Herrera del Duque (Badajoz) y tras Tarragona seguirá su camino encantando a públicos de escenarios varios con sus perfumes a cante y tradición, a coplas y poesía, con un Miguel Poveda que deleita y disfruta en el escenario.
Miguel Poveda y sus músicos vistieron el espectáculo con varios trajes confeccionados a medida y experimentados a lo largo. Abrió con el repertorio de cante que ahonda en su alma flamenca con su propuesta ya madura de "Recital flamenco", siguió una selección de sus "Coplas del querer" que tantos éxitos ha cosechado en 2009 y 2010 y finalizó con un homenaje a la tradición más flamenca y a los maestros que hicieron grande y universal el cante con "Historias de viva voz", monumento al cante. En Tarragona interpretó además algunas de las piezas de Desglaç, su alma poética y más vinculada a la cultura catalana también quiso dejarla en el aire impregnada entre los muros del auditorio y en el corazón de su público.
Poveda nos llevó por Cádiz con las Cantiñas, hubo homenaje a Chacón con su malagueña, fundió en un abrazo artístico a Marchena y Mairena con la soleá apolá, por seguiriyas requirió del toque solista de Chicuelo a la guitarra, hermosa comunión, cómo se acoplan, a Triana nos llevó con los tangos del Titi, y que vengan bulerías pasando por Jerez y el sabio soniquete que marcan Grilo y Lua, y palmas a La Perla, y por Consolación de Utrera, y hasta para las uvitas negras de Los Palacios, sin duda y como dijo en la letra esta noche mandaba Poveda.
Una deliciosa nana popular: Nana del niño gitano de las "Siete canciones españolas", interpretada al piano por el maestro Amargós dio descanso a la voz del artista barcelonés para continuar después con la selección de Coplas del querer, recuerdo al genio de Rafael de León, y tributo renovado al maestro Enrique Morente, presente con Clemencia que Poveda grabara en su disco Zaguán (2001), más una letra que compuso en homenaje al cantaor granaíno en fusión con La aurora de Nueva York de Federico García Lorca, recuerdo final también para el gran Camarón de la Isla con La leyenda del tiempo, al que siguieron algunos temas solicitados.
Entre tanto hubo además guiños a la poesía catalana con Cançó del bes sense port de Maria Mercè Marçal, a la tradición musical catalana con El cant dels ocells en su versión por bulerías, y cierre con un bellísimo poema de Jaime Gil de Biedma que el cantaor canta según dijo “por necesidad”: No volveré a ser joven, acompañado por el maestro Joan Albert Amargós al piano, un lujo. Miguel Poveda ha sido reconocido por sus aportaciones a la cultura con sendos Premios Nacionales de Cultura, tanto por el gobierno español en 2007 como posteriormente por el catalán en este 2011. Residente en Sevilla desde hace ocho años, Poveda sigue no obstante haciendo honores a la cultura catalana.
”Miguel Poveda en concierto” es una selecta suma musical que ofrece una buena muestra del universo Poveda, un compendio que resume particularmente la trayectoria del artista en los últimos tres años de actividad, sin duda una ocasión única para descubrir el directo de Poveda en todo su esplendor para aquellos que todavía no lo han vivido, un Poveda panorámico visto a vuelo de pájaro, antológico tal vez. Como el mismo artista dijo en el escenario el espectáculo es “Tot el que sóc”, (Todo lo que soy), el disco duro de su savia artística.
En resumen, un Poveda esencial que recoge lo mejor de sus últimas propuestas, obviando sus otras facetas como intérprete de tango porteño, de rancheras o de boleros, músicas que también adora y frecuenta. Ya en la noche anterior había cantado en el Teatro Arteria Coliseum de Madrid acompañando al maestro Moncho en su celebración de 50 años sobre las tablas y Entre amigos, cantaron juntos los boleros de Armando Manzanero No y Te extraño, inéditos en la discografía de Poveda, y es que cante lo que cante cómo canta Miguel Poveda: La maravilla.
Además de continuar con sus diferentes espectáculos en directo, Miguel Poveda prepara ya su nuevo disco flamenco con grandes maestros como colaboradores de excepción y alrededor del que hay gran expectación en el mundo flamenco, además de un no menos esperado disco de tango porteño con el bandoneonista Rodolfo Mederos basado en sus anteriores giras conjuntas.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.
El 22 de julio, más de una docena de artistas se reunirán en Barcelona para rendir tributo a Dioptria, la obra más emblemática de Pau Riba y una de las más referenciales para la Nova Canço. Con la implicación de sus hijos; De Mortimers, la banda que lo acompaño los últimos 20; y nombres como Maria del Mar Bonet, Roger Mas, Pascal Comelade, Oriol Tramvia o Rita Payés; el concierto se plantea como una celebración única de su legado.
El periodista e investigador cubano Humberto Manduley presenta La memoria girando en la luz: Santiago Feliú en mis recuerdos, un libro que rescata la figura del trovador cubano desde la memoria personal, recorriendo su obra, sus influencias y su lugar en la canción de autor contemporánea.
Con nuevas mezclas de Steven Wilson y el concierto completo en el Carnegie Hall de 1970, Still Living in the Past amplía el histórico recopilatorio de Jethro Tull y ofrece una inmersión exhaustiva en su primera etapa, entre el blues, el folk y el rock progresivo.
La cantante brasileña Vanessa de María regresa a la escena musical tras una pausa de 15 años con el proyecto Maestros, un disco dividido en dos volúmenes en el que rinde homenaje a las voces que marcaron su infancia y formación. El álbum cuenta con colaboraciones de artistas fundamentales de la canción latinoamericana como Silvio Rodríguez, Víctor Heredia, León Gieco, Teresa Parodi o Quilapayún.