54 Festival Nacional de Folclore de Cosquín 2014
Los Chalchaleros Román y Figueroa recuperan tradiciones en Cosquín
Regresarán mañana al Festival de Cosquín no ya como parte de la leyenda de Los Chalchaleros sino para celebrar poco más de un año de haberse reencontrado para "seguir demostrando la vigencia de lo tradicional en la música nativa".
Regresarán mañana al Festival de Cosquín no ya como parte de la leyenda de Los Chalchaleros sino para celebrar poco más de un año de haberse reencontrado para "seguir demostrando la vigencia de lo tradicional en la música nativa".
Eduardo «Polo» Román y Ricardo Francisco «Pancho» Figueroa.
© Daniel Muñoz/Télam
Télam - El cantante y guitarrista chaqueño Ricardo Francisco "Pancho" Figueroa sostuvo que "después de 12 años y de la despedida de Los Chalchaleros que fue apoteótica e inolvidable, volver es una emoción muy linda y da una adrenalina que nos encanta y nos emociona".
"Estar otra vez allí nos va a permitir encontrarnos con `fanas´ del conjunto y poder mostrar la vigencia de lo que hacemos, cantando tal como lo hemos hecho toda la vida", abundó en charla con Télam.
Reunidos en Mar del Plata donde desde noviembre están desarrollando una serie de recitales en el teatro Güemes (Güemes 2955) y a donde regresarán el viernes 14 de febrero, Román apuntó que "Cosquín siempre es especial".
De local, ya que hace cuatro décadas que vive en la ciudad balnearia, el bombisto salteño consideró que el repertorio de cepa chalchalera que asume junto a Pancho "tiene que ver con la música nativa de un país que gusta muchísimo acá y también en lugares alejados culturalmente de la Argentina".
En la velada coscoína del jueves, la dupla que denominó a su reunión "Se va la segunda", compartirá el escenario Atahualpa Yupanqui con El Chaqueño Palavecino, Los Guaraníes, Mariana Cayón, el homenaje a los 50 años de la Misa Criolla por Opus Cuatro y coros; Ivotí, Juanjo Domínguez y Rolando Goldman, entre otros.
Ambos músicos fueron parte esencial de Los Chalchaleros, el emblemático cuarteto creado por Juan Carlos Saravia que se disolvió en junio de 2002 con una larguísima serie de conciertos de despedida tras cumplir 54 años de trayectoria.
Eduardo "Polo" Román y Ricardo Francisco "Pancho" Figueroa se conocieron hacia 1967, cuando Ricardo "Dicky" Dávalos decidió dejar el conjunto y Pancho entró en su lugar. Polo tocaba el bombo desde un año antes al ocupar el vacío dejado por Víctor José "Cocho" Zambrano.
Aunque los dos estuvieron casi cuatro décadas integrando la formación y encararon proyectos en solitario, según comentó Román "nos juntamos sin querer y ya hace un año que estamos haciendo esto y con mucho éxito e increíblemente la reacción de la gente es notable".
"Estamos felices —se explayó— porque una cosa es ser parte de un grupo con 40 años de historia y otra cosa es ser nosotros dos solamente y ciertamente no imaginábamos lo que podía pasar".
Con el peso de la herencia de una agrupación emblemática para el folclore, el músico deslizó que "yo fui a saludar a Juan Carlos y a contarle de este proyecto después de 12 años de estar separados y a él le pareció bien porque no molestamos ni herimos a nadie".
En esa línea añadió que "no podemos negar que fuimos partícipes del grupo pero es una barrabasada y una estafa decir que con nosotros regresan Los Chalchaleros".
Menos diplomático, Figueroa aseguró que "yo nunca le pedí permiso a nadie para cantar" y sostuvo que "el mote de Chalchaleros no te lo podés sacar porque nosotros continuamos con un estilo forjado en 40 años, en 900 canciones lindísimas".
"Además —redondeó sin amagues— nosotros aprendimos a cantar con el conjunto y no sabemos hacerlo de otra manera".
La López Pereyra, Luna cautiva, La nochera, Chacarera de un triste, Angélica, Plaza 9 de Julio, Chacarera trasnochada, De mi madre, Zambito del patio y tierra, Cochero 'e plaza, Cueca de la viña nueva, Mi guitarra perdida, Una rosa para mi rosa y Zambita del musiquero, son algunos de los himnos de un repertorio que abarca unas 30 composiciones.
"Son unas obras —retomó Pancho— que tienen la gracia, la simpleza y el sabor del folclore que le canta al paisaje o a una mujer, pero desde los grandes poetas de una época que ya, lamentablemente, no están".
"Los chicos nuevos —advirtió Polo— por ahí cantan estos clásicos en los asados pero no en los escenarios. Y a nosotros nos parece importante volver a ponerlos en valor y la gente los disfruta mucho".
Otra vez al hueso, el guitarrista remató no sin ironía que "lo que pasa es que están todos enamorados los muchachos. Todas las canciones que hacen son de amor".
Lejos de los 150.000 kilómetros por año que hacían en auto como parte de Los Chalchaleros, el binomio está en movimiento y tras pasar por Cosquín y antes de volver a La Feliz, se hará escuchar en Mendoza, Cafayate y San Luis y, hacia abril, publicará el disco Se va la segunda.
Con los aportes guitarrísticos de Carlos Larroque y Hernán Reinaudo, Figueroa resumió que "somos dos de los referentes capaces de entregar canciones emblemáticas de Los Chalchaleros y, como dijo El Chaqueño Palavecino en el Coliseo, el 7 de septiembre pasado, `había sed de esto`".
En la misma cuerda, Román sentenció que "no nos quedamos en el tiempo sino recuperando una historia".
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.
La exposición Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño, que podrá verse en el Disseny Hub Barcelona del 2 de julio al 16 de noviembre de 2025, recupera a través de 250 piezas —incluyendo las portadas de discos de la Nueva Canción Chilena— el papel fundamental del diseño gráfico e industrial en el proyecto de transformación social impulsado por Salvador Allende.
El 22 de julio, más de una docena de artistas se reunirán en Barcelona para rendir tributo a Dioptria, la obra más emblemática de Pau Riba y una de las más referenciales para la Nova Canço. Con la implicación de sus hijos; De Mortimers, la banda que lo acompaño los últimos 20; y nombres como Maria del Mar Bonet, Roger Mas, Pascal Comelade, Oriol Tramvia o Rita Payés; el concierto se plantea como una celebración única de su legado.
El periodista e investigador cubano Humberto Manduley presenta La memoria girando en la luz: Santiago Feliú en mis recuerdos, un libro que rescata la figura del trovador cubano desde la memoria personal, recorriendo su obra, sus influencias y su lugar en la canción de autor contemporánea.
Camila Guevara, joven artista cubana de 24 años nieta de Pablo Milanés y del Che Guevara, ha iniciado su carrera musical con el disco Dame flores, tras un año marcado por la pérdida de su madre, su abuelo y su padre, Camilo Guevara. A pesar del dolor, su voz y su música la han sostenido, componiendo desde emociones intensas y personales.