Moncho entre amigos y en plenitud

Moncho. Entre amics. 50 anys (Entre amigos. 50 años)

Palau de la Música Catalana de Barcelona. 12 de mayo de 2010.  

Si veinte años no es nada como afirma el tango, cincuenta dedicados a la música suman uno a uno mucho arte y toda una vida, Moncho puede lucir ese bagaje artístico con orgullo y satisfacción, sin duda ha recorrido hasta hoy un largo, poco habitual y envidiable trayecto artístico fuera de toda moda, y si como es el caso el artista sigue en activo y se siente reconocido ya es un prodigio, diría casi un milagro en los tiempos que corren tan deprisa, deprisa.

Moncho es uno de los grandes de la interpretación y se encuentra en ese puntito intensamente dulce del éxito en madurez, por añadidura casi con 70 años cumplidos conserva plenas facultades vocales -siempre afinado- y la capacidad interpretativa y de emocionar al público que le ha dado la experiencia también intactas, llegados a este extremo ya no se puede ser más afortunado como artista, en 2010 Moncho sigue siendo el rey en ese territorio pasional que dibuja en la música popular el bolero. 

El Palau de la Música Catalana de Barcelona se llenó hasta la bandera en la noche del 12 de mayo para compartir la merecida celebración de Moncho y su mundo-bolero: 50 años de música, la suya es una voz nacida y bañada por el Mediterráneo que ha enamorado a varias generaciones de España y de América, Moncho ha acompañando a su público en sus historias de amores y desamores tanto en momentos de arrullo como en el más puro desgarro, algunos afortunados de entre esos miles de corazones locos ahora ya más sosegados -supervivientes a los años y a las emociones de la vida- disfrutaron en el Palau de la Música  rememorando instantes vividos con la banda sonora que les acompañó en clave de bolero, Moncho fue protagonista y artífice de ese reencuentro con sus vivencias en un presente todavía gozoso para muchos.

Moncho ha cantado a lo largo de su carrera en los antros más canallas y ha llegado con los años a ser requerido en los mejores escenarios, memorables han sido sus conciertos en el Gran Teatre del Liceu y en el Palau de la Música Catalana, símbolos de su triunfo como artista, y ahora nada mejor que celebrar cincuenta años de carrera con un gran concierto nuevamente en el Palau que ha sido grabado para su edición en cd y dvd, momento extraordinario para el recuerdo que ha querido compatir con algunos de sus amigos invitados para acompañarle en esa noche especial sobre el escenario en sus bodas de oro con la música.

Acompañado por sus músicos habituales dirigidos por el maestro Antoni-Olaf Sabaté al piano, Moncho fue derramando su repertorio de boleros escogidos iniciando la noche con Inolvidablemente, Sangre de bolero y Quédate conmigo, trajo algunos clásicos del género, interpretados en parte en compañía de sus invitados. Acompañado al piano por Josep Mas “Kitflus”, su colaborador en algunos de sus discos, cantó Soy lo prohibido y también Bésame mucho, éste a dúo con Joana Amaro.

En catalán recordó su magnífico Enllà en la distància (Contigo en la distancia) y la querida Rosó. Llegaron luego temas serratianos: Penélope traducida al catalán por Joan Isaac y la rumbera Me'n vaig a peu, para posteriormente presentar en directo a Joan Manuel Serrat, quien se presentó con magnífica voz en escena para cantar juntos Sinceramente tuyo y Paraules d'amor,  ya comenté en alguna ocasión que nadie como Moncho interpreta las canciones de Serrat. Más tarde fue muy aplaudido su bolero en solitario No, así como la interpretación junto a Sergio Dalma de Contigo aprendí y un Bailar pegados coreado por el público del Palau.

Se esperaba a Diego el Cigala pero fue baja de última hora y Moncho a dúo al piano con su sobrino Yumitus (Jaime Calabuch) cantó Te extraño que en su boca sonó a gloria y La noche de mi amor, más tarde cantó el clásico Me muero, me muero, tema que tanto recuerda a Olga Guillot. El Palau recibió entonces a Antonio Carmona con el que Moncho cantó su Llévatela compuesto para el rey del bolero por Armando Manzanero y No ha sido un sueño que había grabado junto a Ketama.

Ya en la recta final el clásico bolero Sombras y la ranchera Mujeres divinas, para finalizar a dúo con Joan Isaac y la deliciosa On és la gent?, obra del cantautor y que dio título a un disco del bolerista. En la despedida Moncho recibió un pastel de sus compañeros por sus 50 años de música y un gran ramo que le brindó su amiga desde siempre Núria Feliu. Para finalizar y ya en los bises Moncho ofreció Ni tú ni mil mujeres, el Amor fugaz que grabó con Lolita y el son montuno Sí señor con el que acabó con sabor cubano el festín de boleros y canciones celebrando toda una vida dedicada a la música con un público agradecido y entregado a su arte grande.  

Moncho en plenitud seguirá de ahora en adelante con nuevos proyectos discográficos que ya tiene en mente con la tranquilidad de quien ha visto realizados sus sueños, sabedor de que su estilo propio, irrepetible y sus boleros ya son un clásico vivo, enhorabuena y por muchos años.