Presenta «Delantera mítica»

Quique González golea en La Riviera ante 2.000 personas

AGENCIAS el 11/05/2013 

El rockero madrileño Quique González presentó anoche en Madrid las canciones de su nuevo disco, Delantera Mítica, ante una parroquia enfervorizada que no cesó de corear todas y cada una de las canciones que fueron sonando durante las dos horas de recital en una Riviera abarrotada con más de 2.000 personas.

Quique González en La Riviera

© Patricia Cano

EP - El concierto de anoche fue la primera de las dos citas de Quique González con su público madrileño, que tendrá un "segundo round" este mismo sábado en el mismo recinto.

Sus más recientes composiciones fueron las encargadas de abrir fuego para una velada que presenta a un músico decididamente decantado por su faceta más rock en esta gira, a través de temas como La Fábrica, Parece mentira, ¿Dónde está el dinero? o Viejos capos. Una buena y directa forma de caldear el ambiente y preparar el terreno para los clásicos que estaban por llegar para protagonizar los momentos más álgidos de la velada.

Con una banda compacta, pétrea y sin fisuras, Quique fue desgranando todo su extenso cancionero, con Restos de stock, Caminando en círculos, Cuando estés en vena, Torres de Manhattan, Pájaros Mojados, Hasta que todo encaje o La ciudad del viento. También tuvo su momento ¿Es tu amor en vano?, la versión del Is your Love in vain? de Bob Dylan que cierra su más reciente referencia discográfica.

Ya con el público en el bolsillo y con Zahara como artista invitada, sonaron La luna debajo del brazo y Las chicas son magníficas. Con una sonrisa de oreja a oreja, sin duda sabedor de que la partida estaba ya ganada, el músico madrileño atacó las siempre certeras Kamikazes enamorados, Miss camiseta mojada y Hotel Los Angeles, dando por finiquitado un recital que todavía tenía algo que decir en los bises.

Fue precisamente Tenía que decírtelo la canción que abrió la última andanada, seguida de la intensidad de Salitre 48 y Dallas-Memphis. Ese canto a las camareras solitarias que es Su día libre, seguido de los líos de Vidas Cruzadas, coronaron dos horas de concierto que acabó en un karaoke comunal gracias a Los conserjes de la noche. Para entonces ya no solo sonreía el del micrófono. Cosas de las celebraciones colectivas con final triste pero feliz.

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