Gira «La llamada»
Con «La llamada», Ismael Serrano movilizó al Gran Rex en Buenos Aires
El cantautor español Ismael Serrano presentó en un repleto Gran Rex en Buenos Aires (Argentina) su nuevo disco La llamada, que convoca, mediante canciones empapadas en ritmos latinos, a salir de los lamentos y hace honor a la celebración, aun cuando se trate de una "realidad difícil".
El cantautor español Ismael Serrano presentó en un repleto Gran Rex en Buenos Aires (Argentina) su nuevo disco La llamada, que convoca, mediante canciones empapadas en ritmos latinos, a salir de los lamentos y hace honor a la celebración, aun cuando se trate de una "realidad difícil".
Ismael Serrano movilizó al Gran Rex en Buenos Aires.
Télam/Florencia Alamos - A más de un año de su última presentación en Argentina, Ismael Serrano volvió a los escenarios para presentar su noveno disco, La llamada, lanzado a la venta en octubre, en el que a diferencia de los trabajos anteriores, predominan los ritmos latinos como el candombe, la salsa, el merengue y la bachata.
"¡Buenas noches familiares y amigos! Estar en Buenos Aires es estar en casa", dijo el madrileño pasadas las 21.15 para dar inicio al concierto de más de tres horas, en el que brillaron clásicos y nuevos temas, coreados de igual forma por el fiel público al artista.
De jeans y saco negro con vivos en rojo, Serrano inició el primero de sus dos conciertos en la ciudad con uno de los románticos de su último trabajo; Absoluto, que continuó con el viejito Dónde estarás, el flamante Te vi y No estarás sola.
Entre aplausos se tomó sus obligados minutos de "charla" con sus fanáticos en los que explicó que el nombre del álbum, La Llamada, se debe a la tradición del carnaval uruguayo en la que "los tambores salen a la calle y surge una comparsa espontánea en la que se convoca a la gente, pero —aclaró—, también a un llamamiento: basta de lamentos, es hora de levantar la mirada".
"Espero que estas canciones tengan ese mismo poder de convocatoria", dijo el madrileño tras subrayar que el espíritu de los 13 temas que componen el trabajo intentan "huir del no hacer nada", e invitan a dejar "la inmovilidad y el conformismo en tiempos difíciles".
Para ello, añadió que fue fundamental valerse de ritmos latinoamericanos. "Por primera vez en mucho tiempo, las canciones de Ismael Serrano son bailables", bromeó él mismo desde el escenario, arrancando las primeras risas al presentar Pequeña bachata mediterránea.
La noche se destacó además por el clima "mágico" que envolvió al escenario cuando tras cantar otros dos clásicos como Vértigo y Últimamente, se desplegó un gran telón semitransparente que permitió ver a los músicos y al mismo tiempo proyectar animaciones relacionadas con las canciones.
Valiéndose de este recurso, al turno de los nuevos Rebelión en Hamelin (de cuyo video rodado en Argentina el cantante consagró su debut como director) y La casa y el lobo, se proyectaron imágenes que mediante fábulas reflejaron problemáticas como los despidos, los desalojos, y el reclamo de distintos movimientos ante la crisis económica que asola a España.
Las proyecciones también mostraron fondos que interactuaban con los músicos, logrando un cálido y acertado efecto como cuando, paraguas en mano y bajo una lluvia recreada con luces e imágenes, el artista entonó la balada Ahora que te encuentro, también del último disco.
Tras el retiro del telón, el último tramo del espectáculo, que resultó uno de los más dinámicos de los que el trovador tiene en su haber, estuvo marcado por éxitos como Recuerdo, Papá cuéntame otra vez, y La extraña pareja que levantó a todo el teatro contagiado ya por la propuesta del último material.
Los aplausos obligaron a Serrano a regresar para más de un bis en los que entonó El virus del miedo, Te odio, Cien días, y los aclamados Pequeña criatura, Vine del Norte y Ana.
La gira de La llamada, comenzó tras el lanzamiento discográfico, por varias ciudades de España, y continuó con presentaciones en Chile. Tras los dos shows en el teatro Gran Rex, el tour tocará tres ciudades mexicanas, Bogotá y San José de Costa Rica, antes de volver a territorio español.
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