Festival Jazz Barcelona 2025
Los colores de Poveda
Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".
Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".
Miguel Poveda en el Gran Teatre del Liceu.
© Alba Morera
Miguel Poveda con la cobla La Principal del Llobregat dirigida por Joan Albert Amargós.
© Alba Morera
Miguel Poveda en el Gran Teatre del Liceu.
© Alba Morera
Carlos Grilo, Miguel Ángel Soto «El Londro», Makarines y Paquito González con Miguel Poveda.
© Alba Morera
Miguel Poveda.
© Alba Morera
Joan Albert Amargós y Miguel Poveda.
© Alba Morera
Recordé que en su rumba Gitana hechicera Peret cantaba aquel conocido estribillo que decía: "Barcelona es poderosa, Barcelona tiene poder", asimismo todo confluyó en esta noche de concierto de Miguel Poveda en el gran teatro de las Ramblas, el cantaor vino a mostrar que él también tiene poder, poder sobre las tablas, fue un retorno a esta ciudad que también es la suya y a la que tantas vivencias le unen, recuerdos del escenario del Liceu en que otras veces cantó, recuerdos de su vida que repasó y compartió a lo largo con su público en un espectáculo diverso que duró más de tres horas. Poveda tiene poder y está en su pleno esplendor artístico.
Este concierto fue concebido por el cantaor de Badalona como un espectáculo panorámico de sus últimas creaciones, un variado repertorio dividido en dos partes dirigido por el maestro Joan Albert Amargós, acompañado por un trío de músicos que tuvieron protagonismo en la primera parte (Álex Carballo al trombón, Manuel Reina a la batería y José Manuel Posada al bajo); y por su combo flamenco habitual que mandó en la segunda parte dedicada al lorquiano Poema del cante jondo, ya curtidos tras la gira del disco: Jesús Guerrero a la guitarra, Paquito González a la percusión, a las palmas y coros Carlos Grilo, Miguel Ángel Soto "El Londro" y Makarines.
El concierto empezó muy arriba en su energía y de riguroso estreno, la cobla sardanista La Principal del Llobregat, dirigida y con arreglos de Joan Albert Amargós, interpretaron el poema Si el món fos… (Si el mundo fuera…) de Joana Raspall, el tema inédito que Miguel Poveda compuso durante la pandemia, que le envió a Amargós y que han grabado juntos para celebrar el 20 aniversario de su disco Desglaç, recientemente reeditado y remasterizado incluyendo este nuevo tema y una nueva portada actualizada. Esta enérgica sardana es un canto en su deseo por un mundo mejor y ojalá sea además la semilla de un futuro segundo disco completo dedicado a la poesía en catalán, a las poetas en catalán como ha comentado el cantaor en alguna entrevista.
La cobla abandonó la escena y Poveda y sus músicos hicieron un primer acercamiento a la obra de Federico García Lorca con su Grito hacia Roma desde la torre Chrysler, fragmento de Poeta en Nueva York, un grito que el poeta lanza desde Nueva York y que es preciso hacer hoy desde Barcelona y desde cualquier otro lugar para que el mundo entero lo escuche por el bien de la humanidad, dice: "porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra que da sus frutos para todos". Poesía de tema social y reivindicativa como la que tal vez podría ser el centro de un próximo trabajo de Poveda en relación a diversos autores, pero tiempo al tiempo porque antes nos brindará su disco navideño que ya ha grabado en San Fernando (Cádiz) con un conjunto de villancicos y que se publicará el próximo mes de noviembre para amenizar ese tradicional tiempo festivo. El siguiente tema del concierto, precisamente de hondo carácter reivindicativo, fue un tema inédito sobre un poema de Juan Ramón Jiménez, de nombre Distinto, que muy oportunamente daba título al recital: "Lo querían matar los iguales porque era distinto…"
Y siguió un canto a Federico, a Enrique Morente y a Leonard Cohen, su versión de la delicia de Pequeño vals vienés Sobran las presentaciones. Y un cambio de ritmos volviendo nuevamente a Federico con el Son de negros en Cuba que Poveda grabó en su Enlorquecido en 2018, con una música distinta a la que habían cantado Ana Belén o Martirio en sus versiones previas. Llegó el segundo tema inédito de la noche que ya había cantado anteriormente en otros directos: Quítame el beso de anoche. Qué bien le sienta a Poveda cantar por Bambino y lo que lo disfruta su público, con este tema música del maestro Juan Solano y letra del poeta Manuel Benítez Carrasco, del que Atahualpa Yupanqui cantara y musicara su Arrullo nº 3.
En los siguientes cuatro temas, Poveda estuvo acompañado sólo por el piano de Joan Albert Amargós. Cantó un par de piezas recuperando un bocado de su exitoso y oportuno disco Coplas del querer (2009), una dedicada a la bailaora flamenca barcelonesa Carmen Amaya: La senda del viento y la otra compuesta para Miguel de Molina por Rafael de León, Salvador Valverde y Manuel Quiroga: Ojos verdes, que nació en parte muy cerca, en esta Rambla, con la colaboración del mismísimo Lorca, omnipresente la conexión Lorca-Poveda.
Para finalizar el bloque coplero un par de temas inéditos más en su discografía pero que ha ido cantando en sus directos: Mi amigo de Rafael de León y Juan Solano y Aurora, una copla que ya cantara en su proyecto Historias de viva voz, y que al igual que otros proyectos de gran valor artístico han quedado en el recuerdo sin reflejo discográfico posterior como Romance de valentía junto a Martirio en 2005, Els treballs i els dies junto a Maria del Mar Bonet en 2007 o Sin frontera junto al cantaor Luis el Zambo y las guitarras de Moraíto Chico, Chicuelo y Juan Ramón Caro en 2010 en el Festival Internacional de Cante de las Minas de La Unión.
Para acabar el primer bloque Poveda y Amargós recuperaron Final!, la segunda pieza en catalán de la noche, de su disco Desglaç, el poema de Joan Brossa con música de Marcelo Mercadante y el mismo Poveda, poderoso grito contra la dictadura franquista. Ya en el entreacto disfrutamos de un solo a la guitarra con Jesús Guerrero, músico indispensable que toca junto a Poveda en los últimos años, acompañado a la percusión Paquito González, también compañero inseparable de Poveda desde hace mucho. Guerrero publica el 17 de octubre su disco conjunto con Alba Carmona: Ofrenda.
La segunda parte de este Distinto estuvo integrada en mayor parte por piezas del Poema del Cante Jondo de Federico García Lorca, tres grabadas por Poveda en su disco de 2024: la bulería Canción de la madre del Amargo, la caña ¡Ay! que abre el disco y el Retrato de Silverio Franconetti por seguiriyas. Añadió a su repertorio varias jugosas sorpresas, unas Alegrías gaditanas que fueron acompañadas al baile sutilmente por la bailaora Sonia Poveda, hermana del cantaor, muy celebrada por el público y que volvería a salir a escena al final del concierto.
Otro cante inédito fue La guitarra, cantada y compuesta junto al dúo Makarines, ellos ya la habían cantado anteriormente y le acompañaron en directo así como a las palmas y coros durante el concierto, Poveda dedicó La guitarra a todos los guitarristas catalanes que le han acompañado en su trayectoria. La última inédita (en su voz) de la noche fue Esquilones de plata, las lorqueñas que grabó La Niña de los Peines en Barcelona en 1949, y que según comentaba el periodista Manuel Bohórquez en 2015: "...es posible que se las diera Lorca, pero no todas las estrofas de la bulería fueron escritas por el poeta, si es que escribió alguna. La copla En lo alto del cerro de Palomares / hay un gañán arando con cinco pares, era un cante popular cántabro, del campo..."
Momento especialmente emotivo ya cerrando la noche, el tema El silencio que Poveda grabó en su disco Enlorquecido en 2018 y que dedicó en su directo a los niños masacrados en Gaza, y lo hizo con una gran bandera de Palestina que al igual que su reivindicación y por razones humanitarias cubría el fondo del escenario del Gran Teatre del Liceu.
Para acabar y tras un largo monólogo personal sobre sus vivencias casi desde la cuna, hizo un guiño a la música que escuchaba y disfrutaba en su barrio de Badalona en su adolescencia, donde creció y se fue empapando de sus primeras y fundamentales influencias musicales y culturales. En varias ocasiones agradeció su labor a Lluís Cabrera, alma del Taller de Músics de Barcelona, por la contribución decisiva a su crecimiento como artista en sus primeros años como profesional, cuando gracias a su relación con la diversidad musical (jazz, tango, canción de autor, poesía cantada...) llegó a mejorar y definir la personalidad de Miguel Poveda como el gran artista que es hoy, con su personal paleta de colores.
Así, el final de la noche llegó con Poveda cantando Chicheando, un poupurri de canciones de Los Chichos que grabó en su disco El tiempo pasa volando en 2018, con un paseo entre el público por platea y un brindis final por su Badalona del alma y ¡Viva Badalona! Poveda a lo grande.
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