Mercedes Sosa le dice “mi Leoncito” y hay que ver cómo se quiere este par. Es que cómo no apreciar a León Gieco, que en cada una de sus canciones entabla contacto (la palabra que más utilizaba Julio Cortázar, otro entrañable, para referirse al acercamiento entre las personas) con las frustraciones, con los triunfos, con las vidas que siendo particulares tienen la insignia de un pueblo.
La cultura musical popular argentina, por variedad y calidad, por sus tangos, sus milongas, por su influyente rock en castellano, fue caldo adecuado para alimentar a gente como León, dando como resultado un músico mestizo tan lleno de referencias (Dylan, Seeger, Beatles, Stones, Yupanqui) como original, por su empecinamiento en responder a su tiempo, a estar ligado a su circunstancia.
Eduardo Carrasco fue fundador de uno de los grupos fundamentales de la Nueva Canción Chilena, Quilapayún, del que fue director artístico después de que Víctor Jara abandonara el grupo, en 1969. El grupo se formó en 1965 con los hermanos Julio y Eduardo Carrasco, Julio Numhauser y Patricio Castillo. Las formaciones del grupo en el tiempo son innumerables. Quilapayún supo encauzar musicalmente el pulso de la agitación, de las marchas, del deseo de cantar fuerte la esperanza que sacudía a la izquierda.
El 11 de septiembre de 1973 encontró a Eduardo cantando en Europa, un exilio sin aviso, sin tiempo de despedirse, con la nostalgia de dejar la casa sin haber hecho la maleta.
Podríamos comenzar a hablar de Víctor Heredia —como lo vamos a hacer—, enumerando lo que ya muchos conocen: miembro importantísimo de la canción argentina, ganador de importantes premios artísticos en su país, ha vendido más de un millón de discos, canciones suyas (Sobreviviendo, Todavía cantamos, Razón de vivir) tienen el status de clásicos del cancionero latinoamericano.
¿Cómo es el lugar dónde creció, se desarrolló, y cómo ha influido ese lugar en su arte y su persona? Nos imaginamos que debe ser un lugar con fuerte presencia natural, porque en sus letras hay muchas metáforas de estados anímicos transformados en fenómenos naturales; aparecen muchos animales, etc.
Al hablar de Patricio Manns soltamos por ahí un nombre: Inti-Illimanns. Peguemos el brinco y demos de lleno en Inti-Illimani, grupo del que es director musical Horacio Salinas (elegido espontáneamente, dice).
1967. Chile era gobernado por los democratacristianos con Eduardo Frei (el padre) a la cabeza y en la Universidad Técnica del Estado, algunos alumnos repartidos por las ingenierías, sacaban lustre a sus instrumentos: Jorge Coulon, Max Berrú (ecuatoriano), Horacio Durán, Ernesto Pérez de Arce y Horacio Salinas.
Manns vive en Francia, aunque sus viajes a Chile son cada vez más frecuentes, ya sea por recitales o por lanzamientos de sus novelas, como por ejemplo “El corazón a contraluz”, “Memorial de la noche” y se nos viene pronto “Desorden en un cuerno de niebla”. En sus canciones, en sus historias, en sus ensayos, se deja caer el peso de un estilo trabajado por años, un castellano rotundo, barroco y castizo, una Poesía en avance.
Conversamos con Sabina, después del primer recital de Pablo Milanés en Chile, quien hace más de veinte años que no venía y Sabina vino acompañando a su amigo. Inició su participación en el recital diciendo “Viva la Unidad Popular”. Después de una larga espera en el vestíbulo de un hotel en Viña del Mar, apareció Sabina con un vaso de whisky en la mano y toda la disposición para conversar.
Estaba algo resfriada Isabel. Invierno en Santiago de Chile. Nos reunimos en una sala de la legendaria casa de Carmen 340, que alguna vez albergó a la Peña de los Parra y que ha tenido diversos usos desde entonces.
¿Cómo surgen sus primeras composiciones?
I.
La imagen de Silvio suele contraponerse a la de Pablo Milanés, diciendo que Pablo es el músico y Silvio el poeta, que Pablo es el simpático y Silvio el pesado, que uno más crítico con la Revolución que el otro, que uno era asequible y el otro un huraño malas pulgas, etcétera.
La imagen de Silvio suele contraponerse a la de Pablo Milanés, diciendo que Pablo es el músico y Silvio el poeta, que Pablo es el simpático y Silvio el pesado, que uno más crítico con la Revolución que el otro, que uno era asequible y el otro un huraño malas pulgas, etcétera.
Dino Pancani y Reiner Canales publicaron el libro Los Necios. Conversaciones con cantautores latinoamericanos. Ahora, 10 años después nos ofrecen estas entrevistas en CANCIONEROS.COM junto con otras más recientes que irán apareciendo periódicamente. Hoy les ofrecemos la introducción de los autores y la que en su día hizo para el libro Fidel Sepúlveda Llanos poeta tristemente desaparecido. Esta es la edición digital del libro editado a fines del siglo XX por LOM Ediciones en Santiago de Chile. Son viejas entrevistas en busca de nuevos lectores.
Hace 10 años o más era muy difícil, en Chile, conseguir discos, libros, revistas, a fin de cuentas, información, sobre cantautores. No existía el acceso masivo a Internet ni existía, como ahora, la cantidad de material disponible.
El trovador cubano Silvio Rodríguez ha lanzado América y Quería saber, los dos primeros singles de su esperado álbum Quería saber, grabado bajo el sello de los Estudios Ojalá entre 2019 y 2024, y que estará completamente disponible en las principales plataformas digitales a partir del 7 de junio.
El último libro del maestro y cronista fundamental de la canción de autor Fernando González Lucini, Volad canciones, volad, nos invita a un viaje profundo y emotivo por la poesía hecha canción. Un libro, resultado de un esfuerzo monumental en investigación y documentación que reúne a los trece poetas más musicados en español, con sus trece poemas más versionados.
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