Si algo tengo claro en lo que se refiere a canción de autor es que, en general, los artistas no están suficientemente valorados. Muy pocos pueden disfrutar de lo que llaman “gran popularidad”, si entendemos estas palabras como el reconocimiento por parte de un público masivo. Pero el valor de un cantautor no se puede medir como los programas de televisión, por el índice de audiencia.
Hace unos días apareció en la prensa una noticia sobre la publicación de un disco homenaje a Noel Nicola, cantautor cubano, fundador de la “Nueva Trova” junto a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. Él mismo se autodenominaba como “Un trovador sin suerte”. Me dio por pensar que quizá la suerte no estuvo de su lado porque quedó ensombrecido entre otros que sí la tuvieron.
Yo, que soy una mera aficionada a la canción de autor, y puedo ver ese mundo desde fuera, me he dado cuenta de que no es extraña esta situación. Puedo observarlo en nuestros cantautores de aquí, los que tenemos mas cerca y hemos admirado y seguido desde siempre. Veo que los que han conseguido llegar hasta arriba se han instalado en ese nivel y de ahí no se mueven, no dejan aire para los demás. En la mayoría de los casos, quiero creer que sin pretenderlo, los ensombrecen, los ocultan al mundo.
Los cantautores “con suerte” son aquellos que llenan estadios. Tienen la suerte de que un público mayoritario los reconozca como grandes artistas, de que los medios de comunicación los alcen como si fueran los únicos, de que a las compañías discográficas les falte tiempo para reeditar sus discos y de que las editoriales publiquen coleccionables sobre sus obras. Tienen la suerte de poder vivir más que dignamente de su profesión.
Pero la mayoría de nuestros cantautores, al igual que Noel Nicola, son “trovadores sin suerte”. Creo que para ellos el significado de tener suerte es simplemente que se les reconozca su obra, que se aprecie la labor que realizan. La mayoría de ellos se conforman con eso, y ni eso se les concede. No hay mucho lugar para ellos en un mundo como ese, porque está claro que esa profesión es tan competitiva como el resto. Pero visto desde fuera parece un mundo mucho más cruel que otros, porque las personas que compiten para buscar su sitio no lo suelen hacer por ambición, sino por defender su condición de artistas. Suelen ser personas con una especial sensibilidad que llevan por delante su trabajo, su honestidad y su necesidad de darse a los demás con lo único que tienen, su voz, sus palabras y su música.
Pienso que calificar a un artista como “incomprendido” o “sin suerte”, en la mayoría de los casos es una manera de tapar la realidad. La canción de autor tiene muchos y muy grandes representantes, gente que ha sido parte de nuestra historia, de la social, y de la personal y humana de cada uno de nosotros. ¿Por qué no se les ve? ¿Es que todos son incomprendidos? o ¿es que ninguno de ellos ha tenido suerte? Evidentemente no es así, está claro que la canción de autor es invisible para las mayorías y los cantautores son deliberadamente ignorados. No hay sitio para ellos en los medios de comunicación, y si no están ahí, para la gente en general no existen. Los medios (en teoría) más progresistas salvan la cara promocionando conciertos y discos de algunos artistas, pero siempre son los mismos.
No es de extrañar que algunos de nuestros mejores cantautores piensen en abandonar, debe ser difícil para ellos luchar continuamente contra todo, en defensa de su arte, sin apoyos ni reconocimientos. Sólo esa fuerza interior que los impulsa a hacer canciones los mantiene en la lucha. Quizá los aficionados podemos echarles una mano en esa tarea, aunque sea simplemente apoyándolos, hablando de ellos, escribiendo sobre sus trabajos, haciéndolos visibles…y audibles… demostrando por donde podamos lo valiosos que son, porque ellos siempre han sido y serán la conciencia de nuestra sociedad.
El jueves 14 de marzo Mayte Martín presentó en el Teatro de la Maestranza de Sevilla su nuevo espectáculo: Tatuajes. Se trata de una colección de joyas de grandes autores universales llevados magistralmente al territorio particular de la artista. Con este concierto y con el disco que lleva el mismo nombre, rinde homenaje a la canción de autor más global, a la que traspasa fronteras y conforma una parte primordial de la memoria sentimental de diferentes generaciones.
Desde los veintiún años la argentina Carmen Aciar es una barcelonesa más, llegó para descubrirse en su arte por las calles de Barcelona, sumando sus propias historias desde que llegó en ese agosto de 2022 para habitar esta ciudad en sus incertidumbres, sus composiciones ya conforman su primer disco Historias mías.
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