Con motivo del día del libro, CANCIONEROS.COM publica, gracias a la colaboración de Editorial Milenio, dos capítulos íntegros del libro de Fermí Puig Los 60 cantan en catalán. El primero de ellos —el capítulo 16— cuenta con todo tipo de detalles el caso de Joan Manuel Serrat en Eurovisión, donde el trovador se negó a cantar en el Festival si no era en catalán.
Para el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau haber hecho el disco Una canción para Miguel constituye saldar una deuda con uno de los grandes poetas universales, y reafirmar su vocación de promover la belleza y la canción inteligente entre las nuevas generaciones.
Para honrar al autor de Nanas de la cebolla en el centenario de su nacimiento, el Centro Pablo convocó al concurso Una canción para Miguel, del cual surgió el disco de igual nombre con los finalistas y ganadores.
Si usted va tranquilamente de paseo por Torino, en la Via Perrone 3 bis no advertirá nada en especial. Ningún cartel luminoso, ninguna indicación le dirá que en el sótano de ese edificio se encuentra el Folkclub, un local de apenas 100 localidades.
En él se realizan más de 60 conciertos anuales —multipliquen y verán que estamos hablando de más de 1300 conciertos desde su fundación— y por él han pasado —sorpréndanse— desde Bob Dylan, Joan Báez o Pete Seeger, hasta Mercedes Sosa, Inti-Illimani o Caetano Veloso, pasando por Paco Ibáñez, Miriam Makeba, Compay Segundo, Juan Formell y Los Van Van, Cesária Évora, Alan Stivell, Tania Libertad, Paco Peña, Lluís Llach, Maria del Mar Bonet o Joan Isaac.
He dudado muy mucho antes de escribir este artículo. Primero quería hacer una carta abierta a Quim Monzó pero definitivamente no me gusta esta costumbre tan poco elegante de “te lo digo a ti Pedro para que me oiga Juan”. En segundo lugar Silvio Rodríguez ya es mayorcito para defenderse solo y quién soy yo para meterme donde nadie me ha llamado.
Quim Monzó (Barcelona 1952) es por encima de todo —aunque parezca poco creíble si leen el artículo de referencia— uno de los mejores escritores catalanes vivos y uno de los columnistas más considerados en este país.
Un ejemplo de militancia fue sin lugar a dudas la de Franco Lucà (1949-2008) de cuya iniciativa nació Maison Musique, un centro integral destinado a la música en la ciudad piamontesa de Rivoli.
El edificio fue construido en 1907 y diseñado por Eugenio Mollino como Matadero frigorífico para el abastecimiento de carne en Rivoli y sus alrededores y ésta fue su función hasta 1991 cuando la dura normativa alimentaria europea obligó al cese de las actividades. Más tarde el edificio fue restaurado y cedido por la municipalidad en mayo de 2004 al Centro Regionale Etnografico Linguistico para su explotación como centro cultural.
A pesar de que formalmente Barnasants 2010 terminó en Valencia el 28 de Marzo con un concierto de Oscar Briz, el punto final en la capital del Festival lo puso nuevamente uno de esos cubanos únicos: Santiago Feliú.
De todos modos, si tomamos como referencia a los primeros grandes trovadores cubanos, de cuyo tronco han nacido otros importantísimos referentes para muchos cantautores nos daremos cuenta que los referentes están para eso… para tener un espejito donde mirarse, pero después de tantos años, ese espejo parece ya uno de esos que te da una imagen distorsionada de tu cuerpo cuando te miras en él.
CANCIONEROS.COM viajó la semana pasada al Piamonte, región al noroeste de Italia, invitada por el Club Tenco. Durante nuestra estancia en el país transalpino pudimos conocer tres valientes experiencias relacionadas con la música en un país que inventó la palabra cantautor.
Quien se mete en eso de la cantautoría lo hace por vocación, solidaridad, complicidad, locura y, por encima de todo, militancia.
La militancia es esa necesidad personal y subjetiva de hacer cosas porque uno cree que debe hacerlas, sin esperar nada a cambio —o casi nada, que no es lo mismo pero es igual—.
Kaloian Santos Cabrera (Holguín 1981) es uno de los más afamados fotoreporteros cubanos. Colaborador de Cubadebate y Juventud Rebelde nos ofrece el excelente reportaje fotográfico que efectuó durante la presentación del nuevo CD de Silvio Rodríguez, Segunda cita.
El pasado domingo se clausuró en València con un concierto de Òscar Briz, el Festival BarnaSants que, a pesar de la crisis y en palabras de su director Pere Camps, ha mantenido la misma afluencia de público que el año pasado.
Pero por fortuna para él existe el PP (derecha nacionalista española), para darnos motivos para creer que siempre hay que seguir luchando. No es casual la elección de València como sede de la clausura del Festival, ni de un trovador valenciano, Òscar Briz.
Ambas elecciones —sede y trovador— son para afirmar la unidad del territorio cultural y lingüístico catalán.
Tengo entonces aquí, además de esa riqueza insustituible de la experiencia y la memoria compartidas, los comentarios que escribió el trovador sobre las canciones del disco, mis propias notas nacidas de las ideas que proponen los textos/los poemas de esas canciones y el eco de la pre-audición hecha, hace algunas semanas, en la pequeña cabina de sonido de Ojalá, junto al amigo Joaquín Borges-Triana, con la compañía amable de Olimpia y Ana Lourdes, cuando la Segunda cita sonó por primera vez para nosotros, proponiendo laberintos desde su compleja sencillez, avizorando alegrías desde su óptica a veces grave, intuyendo amor desde una ética que va de cita en cita, como la vida misma, construyéndonos —ad astra per aspera— interminables.
El Festival BarnaSants 2026 iniciará el 27 de enero, en el Palau de la Música Catalana de Barcelona, su 31.ª edición con un concierto de homenaje al cantautor Lluís Llach, que conmemorará el 50.º aniversario de los míticos conciertos de enero de 1976. El espectáculo reproducirá, medio siglo después el repertorio original íntegro de aquellos conciertos con la participación de artistas como Manel Camp, Santi Arisa, Borja Penalba, Gemma Humet o Joan Reig, entre otros.
El esperado estreno de Dialecto de Pájaros, la obra que compuso Patricio Wang hace casi cuatro décadas, tuvo lugar finalmente el pasado 11 de noviembre de 2025 en el Teatro Municipal de Viña del Mar, como concierto de apertura del Festival Puente: Encuentro Interoceánico de las Culturas. Hablamos de su estreno, de su génesis y de lo que viene.

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